En un desolado laboratorio científico del Estado de México, Caterina investiga una extraña y misteriosa luz que los ajolotes irradian cada vez que regeneran alguna parte de su cuerpo. Crea una pomada con bacterias bioluminiscentes extraídas de la piel de los anfibios y la prueba en sujetos animales, pero durante el experimento alguien roba la pomada y la aplica a otra persona, sanándola inmediatamente. Aún no conocen los efectos secundarios, sin embargo la pomada se hace un mito local y la gente la busca obtener con dinero y a través de la fuerza. Sin saberlo, han desencadenado una pandemia que transforma las heridas sanadas en extrañas protuberancias que crecen desproporcionadamente hasta causar la muerte del paciente.